" MacNEIL (entrevistador): Vamos a hablar de su música. Cuando la gente dice, como así sucede, que usted es el más grande pianista de este siglo, ¿se lo cree?
RUBINSTEIN: No les creo, y me enfado mucho cuando lo oigo. Es una absoluta, completa y horrible tontería. No existe nada parecido al más grande pianista en ninguna época, ni nadie, ni nada. Nada en el arte puede ser lo mejor. Es sólo diferente. Le diré mi teoría sobre esto: Creo que un artista, sea el que sea, un pintor, escultor, músico, intérprete, compositor, lo que sea, alguien que tenga el título de ser un artista, o que tenga que ver con las artes, debe tener una personalidad inconfundible. Que debe ser EL único y nadie más. Si uno dice, “Oh, es un segundo Liszt o un segundo Paderewski o un segundo...” Un segundo ya es un error, ¿me entiende? Si es un segundo, no es bueno. Es un imitador. Un artista debe ser único, un mundo en sí mismo. Si usted preguntara, por ejemplo: “¿Quién cree que es realmente el más grande de todos los tiempos, Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Rafael, Tiziano, Velázquez, Rembrandt?” ¿Qué es lo que haría? ¡Cada uno de ellos es un mundo en sí mismo! La gran exposición de Rembrandt que vi una vez en Amsterdam, unos trescientos cincuenta cuadros, no todo, pero la mayor parte en un aniversario del pintor, le aseguro que pensé que no había otra cosa posible en este mundo. Pero semanas después hubo una exposición con la mayoría de los cuadros de Vermeer. Tuve exactamente la misma sensación. Luego vi una exposición de Tiziano: exactamente la misma sensación. Son únicos: un mundo en sí mismo. Beethoven es único. Mozart es único. No hay muchos Mozart. ¿Hay otros como él u otros como Beethoven? ¡No! Si soy un pianista, soy un pianista a mi manera, que gusta a tanta gente a la que le gusta mi manera de tocar, que eran mis seguidores, que disfrutaban, que puede incluso que se emocionaran mucho con mi música. Pero hay otros que se emocionan mucho con otros pianistas. Éste y aquél, y éste y aquel otro. ¿Quién puede decir que éste es el más grande? Es un error. Lo odio."
1 comentario:
Mira por dónde...a cuento de la conversación del otro día. Un besillo.
Fragmento de la entrevista a la violinista alemana Anne-Sophie Mutter.
A-S M - La perfección no es el objetivo. La perfección técnica es una herramienta que viene bien. Pero tienes que liberarte de ella para ir al fondo.
P - ¿Cuándo supo eso?
A-S M - Con Von Karajan. No le importaba cómo debe tocar cada uno su instrumento en particular. Le interesaba la música como un todo y cómo las partes de los solistas debían encajar en lo general. Cuando discutíamos, yo le echaba en cara cosas que me eran difíciles, físicamente o por otros asuntos, y me decía: "Me da igual cómo consiga lo que le pido técnicamente. Usted es la que debe resolverlo, pero hágalo". Después te explicaba lo que según la partitura era lo importante y te obligaba a reflexionar en el encaje en todo el conjunto. Lo entendías y lo hacías. Además, te sentías libre para apañártelas. Convertías la técnica en tu esclava y no al revés.
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